Sin archivos no hay memoria ni democracia
El Archivo Histórico y Documental de la UNSL participó de la Comisión de Restitución, Digitalización y Preservación de Legajos, que en una primera etapa se restituyeron el pasado 10 de diciembre Día Internacional por los Derechos Humanos, tres legajos a los familiares de Pedro Valentín Ledesma, Raúl Sebastián Cobos y Luis María Frümm. “El trabajo de archivo consistió en la localización del material por parte del equipo del Archivo Histórico, para luego digitalizarlo; en el caso del legajo de Raúl Sebastián Cobos este no fue localizado ni en el Archivo ni en la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia, por lo que hubo que reconstruir la trayectoria académica de Cobos, quien además de cursar la Licenciatura en Bioquímica, era personal no docente en la UNSL”, señaló Sonia Riveros, directora del Archivo Histórico y Documental y co responsable de la coordinación de la Comisión.
Con respecto al legajo de Luis Frümm, la Comisión de Restitución se trasladó a Villa Mercedes para colectar la mayor parte de la información contenida en el archivo de la ex FICES, el cual se encuentra preservado parcialmente, dado que gran parte de la documentación que hasta el año pasado permaneció en el edificio de la Avenida 25 de Mayo, sufrió severos daños y deterioro.
“Hay que diferenciar entre los legajos de estudiantes con respecto a los docentes y no docentes, porque en el caso de los estudiantes un legajo contiene la documentación que cumple con los requisitos de inscripción, mientras que en el caso de los docentes, a partir del legajo se puede reconstruir la trayectoria académica de ese docente.
“El trabajo del Archivo fue clave para esta tarea, porque no solo es necesario recuperar documentos, sino también, interpretarlos y vincularlos con otros, que demuestran por una vía alternativa, la pertenencia a la vida universitaria de las víctimas de la dictadura. En este punto es importante destacar frente a la desaparición de algunos legajos, como por ejemplo los de Santana Alcaraz, Raúl Cobos, sin embargo, a partir de la localización de otros documentos, es posible la reconstrucción de las trayectorias universitarias de esas víctimas”, explicó la directora.
“En nuestro caso, a partir de la publicación en 2023 del Informe Nunca Más en la Universidad fue posible organizar mucha información que permanecía dispersa. Además también en 2023 la Secretaría General del Rectorado transfirió al Archivo Histórico y Documental el Archivo de Despacho, desde 1942 a 1989, donde están las resoluciones en las que es posible rastrear las huellas del paso de la dictadura por la universidad, hecho que ha permitido al equipo del Archivo Histórico iniciar la sistematización y digitalización de una enorme cantidad de documentos que permanecían desvinculados entre sí”.
“Es necesario destacar que los tres legajos digitalizados ya se encuentran disponibles para su consulta en el Archivo Histórico de la UNSL, ubicado en el primer subsuelo del edificio de Rectorado. Trabajos por la memoria como el que se ha iniciado con la Comisión y la colaboración del Archivo Histórico tras la decisión rectoral de apoyar estos acontecimientos dejan profundas huellas en la institución y la sociedad y sobre todo en una joven generación que desconoce gran parte de nuestra historia reciente”, concluyó Sonia Riveros.